Por razas hostiles, el mundo humano y con anterioridad el mundo elfo designaba a ciertos grupos de criaturas con las que solían mantener relaciones de enfrentamiento. El mundo élfico lo hizo por considerarlos primitivos y salvajes, apenas animales… el mundo Humano, atendiendo a estos mismos patrones heredados, los combatió ferozmente y anexionó o los expulsó de las tierras que el incipiente Imperio necesitaba para expandir su poder. Las guerras contra las razas hostiles, como las Cruzadas al Arröstann eran habitualmente utilizadas por los emperadores para reforzar su liderazgo interno y cohesionar su hegemonía.
Dentro de las razas hostiles destacamos a:
BESTIAS.
A
un nivel de desarrollo intermedio entre goblins y ogros se encuentran
los llamados Hombres-Bestia. Son cápridos y bóvidos de tipo
antilopiano antropomorfos de alta variedad tipológica. A pesar de su
aspecto son carnívoros voraces. Como los Ogros, tienen ciertos
comportamientos que les hace suponer un desarrollo de la inteligencia
racional a niveles elementales por encima de la animal y que también
delatan primitivas estructuras sociales más allá de la cooperación
puntual o el agrupamiento en manada. Son criaturas feroces, pero a
diferencia de los ogros y sus nómadas partidas de caza, los hombres
bestia en estado salvaje son muy territoriales y rara vez se apartan
de su zona de dominio, aunque son muy hostiles a la invasión de sus
fronteras. Como con los Ogros, sus estructuras y matices domésticos
apenas son conocidos aunque se les atisban incipiente jerarquización,
una artesanía tosca y una espiritualidad primitiva de base
totémnica. Cuando un grupo es desplazado de sus territorios,
habitualmente por otro grupo más numeroso, el grupo invasor suele
apropiarse de las hembras del grupo invadido y expulsa a los machos
sobrantes. Estos grupos de machos suelen dedicarse al bandidaje
ocasional. Antes de las Guerras resultaba muy extraño encontrarse
con hombres bestias fuera de sus enclaves; ahora son habituales en
las filas como fuerza de contención e infantería de apoyo. Son
indisciplinados y caóticos, pero responden bien a la intimidación
de los oficiales orcos. Los que habitaban en territorio imperial solían serlo por
captura, especialmente para proveer a las Arenas de exóticos
combatientes. En casos extraordinarios se les encontraba en partidas
de mercenarios de toda índole o como medidas disuasorias en negocios
ilegales (la mayor parte de ellos previo paso por las Arenas de
lucha). El rechazo en grupo de estas bestias se reforzaba ante la
idea de que eran portadores de infecciones y enfermedades mortales
para las razas civilizadas. En concreto, aunque fuese desconocido por
la mayor parte de las personas, ahora se sabe que el responsable de
la pandemia de “Rasgo” es un parásito habitual en el pelaje de
los hombres Bestia y que afecta especialmente a los humanos.
Nota: las ilustraciones pertenecen al universo de Warhammer y sólo tiene función de ambientación.
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