sábado, 16 de agosto de 2014

La Militancia de ser Indie. Por un precio bajo para los libros electrónicos. Apoyo a Amazon.

(cartel original de J. Charro basado en nuestro S&S que usamos en contra de las supuestas leyes antipiratería)


Siempre he confesado que para mí ser Indie es una actitud que va mucho más allá de editar mis propios libros. Para mí tiene un fuerte componente de militancia. Es una forma de entender la relación entre mi trabajo y aquellos que lo leen. Una forma de entender el contexto que permite esa relación, así que me implico de manera profunda en todos aquellos aspectos que hacen de ser independiente un puente efectivo entre mis lectores y yo. Entre los lectores y los libros (en mi caso los que yo hago, por supuesto). 

El portal Amazon ha sido el pionero global de este contexto que ha permitido a cientos de miles de escritores la posibilidad de encontrar lectores y viceversa, fuera de la industria endogámica y abusiva de la edición tradicional y aunque no todo el monte es orégano (esta misma semana he sufrido la desaparición misteriosa de mi último libro en este portal, lo que me ha costado meses de trabajo en posicionamiento en listas, con la dificultad que tiene en estos momentos presentarse visible y competitivo en Amazon), me siento profundamente sensibilizado con la mayor parte de la actitud de este portal global.  Amazon tiene abierta una disputa con la todopoderosa corporación Editora Americana Hachette porque aquella le acusa de competencia desleal en el uso de los bajos precios de sus e-books (E-books que Hachette llega a intentar vender por 15 y hasta 20$). (Hay que recordar a Hachette que el precio de los e-books en Amazon los ponemos los autores. Amazon solo nos permite tal elección. no nos impone un precio mínimo -lo impone, pero es 0.99$, muy lejos de esos 15$-). La posición de Hachette se ha visto respaldada por las voces de algunos influyentes bestsellistas americanos (lo que me recuerda a la posición de algunos autores españoles al respecto de este asunto de lo digital, también) lo que le ha valido el apropiarse del discurso de los autores de libros en su favor y argumentar que los autores están en contra de los precios bajos de los e-books. Se esgrime malintencionadamente el recurrente monstruo de asustar a la opinión pública con la supuesta destrucción de la cultura (Aquí en España el gremio de editores también saltó con el mismo argumento cuando apareció Amazon España). Eso me irrita, enfurece e indigna a partes iguales.  Amazon ha pedido a los autores (y lectores) que apoyen su política de precios libres que lo manifiesten y yo me he sumado con gusto. Es una posición que siempre he defendido y argumentado, así que solo vuelvo a reiterarme en mis argumentos. Mi contribución ha sido el email que os reproduzco. Su destinatario, responsable de Hachette, no lo leerá pero será un gramo más en apoyo a la iniciativa que Amazon plantea. Disculpad mi deficiente inglés. Os dejo el original en español de seguido.


Dear Sir.

 I want you to know that I am not American author of books and saddened watch your company's dispute with Amazon distribution portal over the issue price of electronic books. Observe your efforts to present the lowcost ebook as a threat to culture. Nothing further, as I imagine many have already made ​​known. Many, including the authors. For you must know that in this sense are many authors, we are not only in accordance with the policy of low prices, but the practice and defend as a maximum. Authores that our contribution and price we have revolutionized the market, precisely because it is accessible to our readers thanks to the low price. We are authors from all over the world and languages (I`m from Spain, indeed)​​. We also sell thousands of copies and we also have readers all over the world happy with our work. As an author I resent the speech of your company to appropriate the voice of the authors for their cause. Not all authors are Americans and not all authors are in the sindicate . Not even all the authors of the writers' union have a unique position. 
We believe (I belive) that while the percentage right for a respected author, low price for the ebook is and will always be positive. Especially for culture, as it will read (and in fact reads) more; and to the author: it will be much read and bought.It seems immoral to accuse in a speech that the e-book seeks to undermine the culture, when threatening is not the cultural future, but in any case the future of a business model (Yours!). A business model that instead of seeking adaptability fight as hard for new ideas and developments benefit only a part of those involved.This is not a war on paper book. As an author I usually publish in both formats. My experience tells me that out several hundred e-books for every book paper. Considering I perceive about 2.5 $ on average per each digital book sold between $ 3-4 and perceive only $ 4'5 per paperback: do the math and check which model is more beneficial to the reader and the author . $ 2.5 x100 = $ 250 versus $ 4'5 paper. 100 books sold, which means 100 people it has come to my job (only 3$) and be read against 1 (spend almost 30$). 

More books in circulation, more readers and more profit for the author no need no longer be locked into unfair contracts by the publishing industry. Stop using the discourse of cultural destruction because it is knowingly false and stop appropriating the voice of the authors because many of us have decided in conscience that our work should be free and accessible for everyone. So stop impeding the free choice of the price of the eBook. Abandon their prehistoric attitude and Adapt to changing times. 

Jesús B. Vilches. Author of Books. 


Estimado señor:

Quiero que sepa que soy autor de libros no-americano y que observo con tristeza la disputa de su compañía con el portal de distribución Amazon por el asunto de los bajos precios del e-book. Observo sus esfuerzos por presentar al e-book de bajo precio como una amenaza para la cultura. Nada más lejos, como imagino que ya le habrán hecho saber. Muchos, incluidos los autores. 

Debería saber que en este sentido son muchos los autores que no solo estamos de acuerdo con la política de bajos precios sino que la defendemos como una máxima. Autores que con nuestra contribución y precios hemos revolucionado el mercado, precisamente por la accesibilidad a nuestros lectores gracias a los bajos precios. Somos autores de todas las partes e idiomas del mundo (yo soy de España, de hecho) Vendemos también cientos de copias y tenemos lectores en todas partes del mundo muy felices con nuestro trabajo. 

Como autor me indigna el discurso de su compañía al apropiarse de la voz de todos los autores para su causa. No todos los autores somos americanos y no todos estamos en el Sindicato. Incluso dentro del sindicato no hay una posición única. Entendemos (entiendo) que  mientras el porcentaje sea aceptable para el autor el precio bajo de un ebook es y será siempre beneficioso. Especialmente para la Cultura, pues se leerá (y de hecho se lee) más; y para el autor, que será más leído y vendido. Encuentro inmoral acusar en un discurso que el e-book pretende socavar la cultura cuando lo que en realidad amenaza no es el futuro cultural sino el futuro de un modelo de negocio (el suyo!). Un modelo de negocio que en lugar de buscar la adaptabilidad se esfuerza en lo posible por que las nuevas ideas y escenarios sigan beneficiando solo a una parte de los implicados.

Esto no es una guerra contra el libro en papel. Como autor suelo publicar en ambos formatos. Mi experiencia me dice que salen varios cientos de libros electrónicos por cada libro en papel. Si tenemos en cuenta que yo percibo unos 2'5$ de media por cada libro digital, vendido entre 3-4$, y que solo percibo 4'5$ por cada paperback: hagan las cuentas y comprueben qué modelo beneficia más al lector y al autor. 2'5$x100= 250$ frente a los 4'5$ del papel. 100 libros vendidos, lo que significa 100 personas a las que ha llegado mi trabajo y que pueden leer (por solo 3$) frente a 1 (que ha gastado casi 30$). 

Más libros en circulación, más lectores y más beneficio para el autor que ya no necesita encadenarse a contratos abusivos por parte de la industria editorial. Dejen de usar el discurso de la destrucción de la cultura porque es deliberadamente falso y dejen de apropiarse de la voz de los autores porque muchos de nosotros hemos decidido en conciencia que nuestro trabajo debe ser libre y accesible para todo el mundo. Así que dejen de entorpecer la libre elección del precio del libro electrónico. Abandonen su actitud prehistórica y adáptense a los nuevos tiempos.

Jesús B. Vilches. Author de Libros.



La posición de Amazon en esta disputa puede conocerse en este enlace.
www.readersunited.com

Está en inglés pero os resumo el contenido:  básicamente recuerda que este fenómeno ya ha ocurrido en el pasado y que la animadversión y discurso tremendista de los editores en aquel momento fue EXACTAMENTE idéntico al de ahora. Incluso apunta el apoyo que algunos escritores famosos muy relacionados con el sistema dieron al círculo de editores, tal cual ocurre ahora. El momento histórico no es otro que la aparición del libro de bolsillo que abarató drásticamente los costes finales de un libro para su consumidor final. En aquel momento la industria editorial reaccionó contra los pequeños editores "de bolsillo" con la misma ferocidad. Los acusó de destruir la cultura (cuando el bajo precio, igual que ahora con el ebook a bajo precio, no hace otra cosa que estimular las ventas y el consumo) les vetaron los puntos de venta y distribución y trataron de entorpecer en lo posible aquella nueva forma de libro que atentaba contra su mercado y sistema de negocio. También hubo voces reputadas dentro de los autores consolidados (consolidados y beneficiarios de ese estado de cosas) que apoyaban su discurso. Con la perspectiva de casi 80 años, ahora podemos decir que la revolución de precios que conllevó la aparición del libro de bolsillo no destruyó nada de nada, salvo a las empresas editoriales incapaces de adaptarse. Que se leyó más y mejor y que llegó a convertirse en el eje vertebrador de la industria de edición.
Amazon señala con mucho acierto que la revolución de precios que implican sus ebooks es exacta en fórmula y contenido a la que se produjo con el libro de bolsillo y que los ataques y discursos en contra son idénticos a los de aquel momento. Es decir, la industria del libro tradicional (como casi cualquier esfera de poder/negocio que se sienta amenazada) contraataca con el discurso del miedo y de la destrucción -en este caso de la cultura-, cuando en realidad lo que el precio bajo de un ebook está amenazando no es la cultura sino su sistema de negocio, que pretende seguir inmóvil y rentable para ellos. 

Hay que señalar aquí algo importante: para Hachette el enemigo no es el formato (El E-book) sino su bajo precio. Ellos publican ebooks, aceptan y defienden el formato, solo que quieren que el consumidor pague entre 10-15€ por él. Es decir, bajo esta lógica absurda un ebook a 3€ es un enorme peligro para la cultura, pero el mismo ebook a 10€ ya no. 

Asumo que Amazon es una empresa, que busca su beneficio económico, que pelea por cuotas de mercado, que no es una ONG ni son santos. Yo tampoco escribo por amor al arte, como autor no prescindo de mi derecho legítimo a recibir compensación económica, lo defiendo con uñas y dientes. La cosa es más simple: la política que defiende la editorial tradicional representada por el gigante Hachette presenta un escenario injusto, sólo beneficioso para quienes participan de él. Es decir, para que Hachette gane dinero (al menos todo el dinero que quiere ganar) debemos jodernos los autores (especialmente los pequeños, desconocidos, independientes...) y usted, lector consumidor, porque pretenden que el mismo libro que puede venderse por 3€ lo haga por el doble, triple o más valor (de manera totalmente injustificada). Por el contrario, para que Amazon gane su parte de beneficio no es necesario que ni autores ni consumidores se jodan. Por esta razón creo y apoyo su método de negocio, porque facilita que haya más libros en el mercado (los míos entre ellos, claro, nos ha jodido!)  a mucho menor precio sin que nadie, salvo quienes viven del modelo tradicional salga perjudicado. 

Que no os asusten. Que no condicionen vuestra opinión. Ahora el lector también es libre para elegir. Ahora el lector es quien realmente manda. Sea cual sea el discurso que pretenda nadie instalar en la disputa, en toda la cadena necesaria para que exista realmente cultura literaria siempre permanecerán los dos extremos VERDADERAMENTE IMPRESCINDIBLES: el señor/a que escribe los libros y el señor/a que los compra y lee. Precisamente los extremos más olvidados y peor tratados del sistema tradicional.

Apoya el mercado de precio libre. Apoya a autores Indies.