Normalmente no suelo preocuparme de estos temas y prefiero
que nuestros actos hablen más que nuestras palabras, en este caso, nuestro
trabajo.
Sin embargo este lunes ando reflexivo. Llevamos más de un
año de andadura en Amazon y estamos a las puertas de publicar nuestro relato
ilustrado apostando al 100% por autopublicación digital y asociación de
creadores y profesionales para ofertar productos directamente al consumidor a
precios bajos. En este momento, no puedo
evitar pensar en la cantidad de tonterías que he llegado a oír o leer sobre la autopublicación, sobre todo a raíz de la apertura de Amazon España. Principalmente han sido dos los argumentos
globales que han llegado a mis oídos:
El primer argumento esgrimido que empezamos a oír fue que
los autopublicados eran resentidos, algo así como los despojos que las
editoriales se negaban a publicar. Esta presunción supone además que una
editorial sólo publica calidad, cosa que cualquiera que lea un poco sabe que no
es estrictamente cierto, muchos best sellers son denostados por la crítica aunque
el mercado, como sabemos más de lo que nos gustaría, manda. Si hablamos de
mercado hay cada vez más indies vendiendo cientos de miles de ejemplares,
escritores que encuentran su público sin necesidad de un intermediario. ¿Quién se cree en derecho para negar a un lector que pueda acceder a la obra de un autor que le gusta? ¿Quién tiene la exclusiva de la calidad, el editor o los lectores? Para mayor INRI de este argumento a los
pocos meses de que abra Amazon España la cuarta editorial del país empieza a fichar a todos los indies
(autores independientes) de los primeros puestos de Amazon. A nosotros nos
ofrecen publicar el Enviado y decidimos rechazar la propuesta para no perder
nuestra independencia y continuar con nuestra apuesta creativa.
El segundo argumento es el último que he escuchado, coloca
los valores accesorios del libro como requisito estricto para autopublicar. Para
desmontar este argumento basta llevarlo al extremo y veréis lo que sucede: que el
Quijote (imaginemos que es desconocido) salga a la venta por su autor sin maquetar, corregir y vestir de una portada es un
absoluto error y una vergüenza para la sociedad. En cambio si un libro extremadamente malo se
encuaderna en oro, se imprime con troquelados, se corrige y maqueta
escrupulosamente… y se promociona como si fuera oro puro en prosa, ese libro es perfecto para el consumo. ¿Quiero decir con esto
que se publiquen manuscritos en bruto? Ni si, ni no, quiero decir que LO QUE IMPORTA ES LA OBRA. Cualquier autor tiene un cariño y respeto por SU creación
más allá del que pueda tener cualquier editor y estoy seguro de que intentará
cuidarla en todos sus aspectos al nivel al que pueda llegar. Yo he ilustrado
para otros autores independientes en varias ocasiones y os aseguro que han sido
de mis trabajos más gratificantes y que el autor quiere lo mejor para su trabajo haciendo uso de profesionales siempre que sea posible económicamente. Sólo añadir
que aquí tampoco la editorial es la panacea, hay libros de editorial mal
corregidos, mal maquetados, con portadas dudosas…
Entonces, ¿de qué estamos hablando en realidad? Pues hablamos
de intereses. De gente que quiere que su criterio predomine, de miedo a que “publique
cualquiera”, de miedo a los precios bajos, de miedo a la competencia y de un orgullo que dicta lo que debería ser
publicado y lo que no, como si el público fuera un atajo de borregos que
necesita que alguien le diga lo que puede comprar. ¿Suena a control verdad? Es exactamente
lo que es.
Lo más triste es que a esto se sumen autores, los mismos que
llevan años siendo expoliados ahora rechazan que otros puedan sacar a la luz
sin pasar los mismos filtros y penurias que ellos. O aún peor, los que ni
siquiera han publicado pero aman desde fuera un sistema que en realidad
desconocen, deciden aceptar las mentiras lanzadas para desprestigiar y hacerlas
suyas.
Sólo añadir, para los que no conozcan el mundillo de cerca,
que publicar tiene un coste: pierdes los derechos de tu obra durante años,
percibes un porcentaje de ventas normalmente inferior al 10% y estás sujeto a
los datos de ventas, promoción y servicios que te da la editorial, sean los que
sean. Eso NO quiere decir que la editorial sea el mal, simplemente que así es
como funciona. Y por supuesto no hablemos de precio a consumidor. Tampoco
quiero decir que Amazon o los demás grandes portales sean la respuesta
absoluta, tienen sus ventajas pero también sus condiciones propias y es cada
vez un mar más grande donde destacar es realmente complicado para un autor independiente. Pero sí ofrece un trato más justo para autor y consumidor que es un verdadero avance, pese a quien pese.
Sencillamente hemos decidido hacer las cosas de otra forma, al igual que
muchos otros autores que también trabajan en la misma línea y sólo por eso nos han caído
palos hasta en el carnet de identidad. Por desgracia, la dignidad es un valor que muchos confunden con la soberbia, e intentan que su opinión impere sobre lo que deben o no hacer los demás.
Sin embargo, nosotros seguimos en nuestra máxima de que SEA
NUESTRO TRABAJO EL QUE HABLE, en realidad al final es lo único importante
aunque alguna vez nos dé por hacer divagaciones como esta.
Así que tratamos de hacerlo cada vez mejor y trabajamos en
ello cada día. Nos hemos rodeado de un equipo cada vez más completo, cuidando todos los detalles hasta donde ha sido posible y estamos realmente satisfechos con el trabajo en un producto distinto a cualquiera del mercado. Creemos en un camino en el que lectores y autores sean las
piezas fundamentales y por él navegamos.
Hasta muy pronto ;)
PDT: Si tenéis cualquier comentario o me he dejado alguna de
las “críticas populares”, estaré encantado de comentarlas con vosotros :)