viernes, 23 de enero de 2009

LAS RAZAS DOMINANTES, ESBOZOS. Elfos.


Las Razas Dominantes, Esbozos.

Se establecen en este apartado las claves para conocer algunas de las más notables razas que pueblan El Mundo Conocido. A pesar de su extensión no debe entenderse este apartado como una descripción exhaustiva de dichas razas, sólo meros apuntes aproximativos que las definen de manera general.

Aproximación al modelo de Elfo genérico Imperial. Imagen perteneciente al universo de Warhammer

Elfos.

"Prodigiosa fue siempre la mano de los elfos, capaces de cargar de teatralidad y riqueza incluso muros enterrados en la tierra que acaso pisaban cuando no había otro remedio... que hábil conciencia la suya... qué admirable dedicación a la belleza la de este pueblo. Pese a todo, el guerrero torció el gesto mientras sus ojos paseaban por las filigranas de los muros y, durante ese instante en el que sus sentidos se saturaron con la elegancia de los elfos, se sintió irritado, hastiado de esa mitad de su sangre hermanada con la inspiración de esas paredes. Demasiado derroche banal sobre la piedra inerte, pensaba, para un pueblo tan apegado a la belleza que destierra y deja morir de hambre a sus desfigurados de guerra. No podía perdonar a los elfos el ser capaces de sublimar el arte mientras despojaban sin el menor escrúpulo a sus mestizos, apenas hombres, de toda identidad y de todo su pasado."


El Enviado, Libro I.


Los elfos son criaturas humanoides de estatura similar (con una media ligeramente más alta) a la humana pero más enjutos y delgados. Tienen ganada fama de ser criaturas extraordinariamente bellas y esbeltas, de gráciles formas y sutiles gestos. Sus habilidades para escabullirse y confundirse en el medio boscoso hasta hacerse casi imperceptibles son legendarias. Lucen sus cabellos habitualmente largos y cuidados, salvo cuando van a la guerra que los recogen en elaborados peinados que a su vez marcan su rango en la batalla.
Como rasgo característico físico, aparte de sus orejas puntiagudas está que el iris, habitualmente claro incluso en las razas más oscuras, brilla en ausencia de luz, como los ojos de un felino y que sus lágrimas son del mismo color que sus iris.

Racialmente se dividen en cuatro grandes razas.

Aproximación al Elfo Sylvänn. Imagen perteneciente al universo de Elder Scroll on line.
Los Silvänn, la raza hegemónica desde los tiempos imperiales, resultan los más numerosos y habitualmente, para el ideario colectivo suelen representar al elfo prototipo. La mayor parte de los jardines repartidos por el orbe pertenece a esta raza.
Los elfos Questtor (pl.) Quessÿ (sing.) son la raza negra (que no oscuros). Nada que ver con la oscura leyenda que los suele perseguir y que es fruto de viejas rencillas con los dominantes Silvänn desde el final de las Élfidas. Poco numerosos, habitan en su mayoría en las tierras de la península del Nhamibia.
Los Nësttor (pl.) Nëssy (sing.) Constituyen una mezcla de varias razas pero resulta determinante su cultura nómada y su hábitat en los desiertos, muy alejados del modo de vida forestal de sus hermanos. Poseen una tonalidad de piel dorada muy apreciada por exótica entre los propios elfos, en especial, muy valoradas en este sentido son la mujeres Nësttor.
Los elfos Ürull, también llamados elfos Boreales están considerados por sus iguales como la Raza Sublime. Son elfos albinos, sus pieles pálidas y sus cabellos blancos les hacen destacar de inmediato entre los suyos. Su jardín principal es el Sÿr’Sÿrÿ, o Jardín del Fin del Mundo, a los pies de los Grandes Hielos en el extremo norte del Mundo Conocido. Allí los gobierna un Príncipe que sigue siendo considerado en gran estima y autoridad incluso entre los clanes y jardines patriarcales.

Aproximación al Elfo Ürull Imagen perteneciente al universo de warhammer

Los Elfos viven en bosques que llaman Jardines y que son de naturaleza mágica. Todo el bosque es un único ser viviente, con un corazón que los elfos tienen el deber de proteger.
Existe una última división pero no implica una raza diferenciada. Se trata de los elfos Sändriel, los Escintos, es decir aquellos que defendiendo el modo de vida imperial perdieron la guerra frente a sus hermanos patriarcas. Estos se concentran en la Isla-Jardín del Sändriel, donde siguen gobernados por un Emperador.
El Cuerpo de Custodias es la célula defensiva interna, vertebral de los jardines élficos. Imagen perteneciente al universo de warhammer

Desde el punto de vista cultural, los elfos se agrupan en familias y clanes, regidos por un consejo de ancianos patriarcas (a pesar de la nomenclatura también participan mujeres) Existen infinidad de clanes. Los distintos clanes se organizan en concilios, regidos por un concilio supremo que se reúne una vez cada cinco años. Los elfos distinguen entre clanes patriarcales y no-patriarcales, así como entre elfos conciliares (invitados y con representantes en los concilios) de los no conciliares y por lo tanto excluidos de la política y lazos comunes. Los Questtor y Nësttor son patriarcales (con matices) pero no conciliares y Ürull justo al contrario. Los Sändriel no son ni lo uno ni lo otro, está absolutamente al margen del resto de la vida élfica continental y siguen manteniendo los usos del viejo imperio elfo; en definitiva responden a su etapa de decadencia.

Los elfos tienen fama de virtuosos arqueros; de hecho el virtuosismo en las artes y en casi cualquier parcela de su vida es su enseña de identidad. Tienen ganada la fama de sublimes, pero igualmente fríos y carentes de emotividad. Es una raza tan apegada a la belleza formal y estética que desprecian todo lo que no sale de sus manos. Extraordinariamente racistas y elitistas detestan la fealdad hasta el punto que los marcados (elfos que recibieron heridas en la cara) son desterrados de los bosques sin ningún tipo de clemencia. Hábiles y taimados políticos, suelen ser mordaces e hirientes, poseedores de un sutil sarcasmo y de una indolencia merecidísima. Su tradicional enemistad con el mundo enano se explica fácilmente puesto los valores que cada raza exhibe como distintivos resultan la más aberrante antagonía para el otro.
Como todas las generalizaciones, no pueden extenderse con justicia a todos los pueblos élficos y sólo responde a un estereotipo en el que caben muchas matizaciones.

Desde el punto de vista histórico los elfos pasan por una etapa de formación legendaria y casi mítica correspondiente al llamado Gran Imperio de las Cuatro Partes del Mundo o Los Cuatro Bosques de las Cuatro Partes del Mundo, cuyos nombres dieron origen a los cuatro puntos cardinales. Pronto adoptarían la fórmula imperial, sentando a la cabeza del mundo élfico una dinastía de emperadores. El gran cisma se produciría con las Guerras Élfidas, que enfrentó a los líderes de clan con las instituciones Imperiales de cuya resultas se fragmentaría el mundo élfico en una suerte de jardines de "Taifas" regidos por asambleas de ancianos (patriarcas) y colegiados por instituciones supranacionales con forma de Concilios.

Culturalmente el legado élfico es la base donde se sustenta el posterior dominio humano. Los patrones políticos son deliberadamente copiados del viejo imperio elfo, así como multitud de instituciones y rasgos socioculturales. La impronta élfica se percibe hoy día en la raíz de la inmensa mayoría de las cosas que el mundo humano se esfuerza por presentar como suyas, desde herencias políticas, institucionales, elementos de la vida cotidiana, pasando por préstamos culturales y lingüísticos a formas mentales. Sin el pasado y huella élfica no sólo no se podría entender el mundo tal cual es hoy sino que con toda certeza no sería el que es.

Nota: La ilustraciones pertenecen a los universos de Warhammer y Elder Scroll on line. Cumplen funciones de ambientación siendo tan sólo orientativa para este fin. 

Razas Dominantes (esbozos) Enanos.


 Las Razas Dominantes, Esbozos.

Se establecen en este apartado las claves para conocer algunas de las más notables razas que pueblan El Mundo Conocido. A pesar de su extensión no debe entenderse este apartado como una descripción exhaustiva de dichas razas, sólo meros apuntes aproximativos que las definen de manera general.


Enanos.

“Puedes pasar toda una vida tratando de imaginar cómo se movería un enano, qué aspecto tendría en carne y hueso, qué se siente al tenerlo ante tus ojos, mientras él te mira y habla... Te preguntas si resulta tan asombrosamente pequeño como dicen, si caminará con torpeza a causa de sus miembros cortos y rechonchos o si aquéllos serán deformes y arqueados... ¿cuánto puedes fiarte de las descripciones en las novelas, o de las escenas de cine...? En poco o nada podrías llegar a acercarte a la realidad, ya que todos los referentes que tenemos de ellos, todo lo que se ha dicho o intentado mostrar de su aspecto y costumbres es tan sólo una verdad a medias.”

El Enviado, Libro I.


Cuenta el Rabarnaka que cuando los dioses decidieron crear a sus criaturas durante las guerras entre dioses, Mostal decidió tallar en piedra a unos seres tan magníficos que cuando los presentó a sus hermanos divinos y éstos los compararon con sus creaciones quedaron tan abrumados que le exigieron, para compensar, que les cortase las piernas y los enterrase muy profundamente bajo la tierra para sí alejarlos de los suyos. Dicen que Mostal se vio obligado a aceptar pero que sus criaturas, después de hacer de las profundidades su hogar y convertirse en los Señores del Metal y la Roca, cavaron desde las profundidades y lograron salir al mundo para dominarlo.

No existe un criterio homogéneo para definir al estereotipo enano porque éste caería siempre en tópicos que no pueden ser generalizables. En cualquier caso es una raza de corta estatura que ronda el metro treinta centímetros de estatura media, con una gran densidad muscular y cuerpos compactos y recios, de abundante pelo corporal donde destacan sus barbas frondosas e hirsutas y su reverberante voz cavernosa. Existen más de 1.200 castas enanas distintas, todas ellas con notables diferencias regionales, culturales y dialectales que hacen que dos enanos de latitudes dispares sean extraordinariamente distintos en casi todos sus matices. Grandes guerreros y fabricantes, sobre todo los clanes del norte, centro y oeste; buenos comerciantes y marineros los del este, comparten una estructura social basada en las Hermandades, Fratrias y Gremios.

De su urbanismo suele ser representativa la Ciudad-Montaña; colosales bastiones amurallados adheridos a las montañas con varios lienzos de muralla y dos secciones diferenciadas, una en superficie y otra interior que domina una vasta extensión de terrero donde se levantan fortines defensivos, aldeas y colonias sobre todo mineras. Suelen estar gobernados por la figura del Hâram o Hâraní, equivalente al rey, aunque según lugares recibe nombres distintos. En algunos casos algún Hâram recibe de sus vecinos la consideración de primus inter pares (primero entre iguales) siéndole reconocida cierta autoridad moral sobre un grupo de Haraníes, habitualmente emparentados por lazos culturales y/o históricos

Su aristocracia militar recibe el nombre de Masones, en recuerdo a los viejos señores de la Guerra de su época dorada. En todo enano dicen que duerme un guerrero feroz y es cierto. Se organizan militarmente en Compañías y Cohortes, especialmente los Enanos del Nwandii (Oeste). El espacio natural del enano es la batalla y de ella extrae sus mayores méritos y honras para con sus iguales. Una herida de batalla (que deje una hermosa y evidente marca) suele ser más preciada que cualquier distinción militar. Su carácter es franco, bronco y pendenciero. Tienen fama de exagerados y de tener mal carácter, aunque también de temerarios, orgullosos y muy leales a sus principios y a sus camaradas. El honor de la palabra dada es muy importante para la mayoría de ellos. Abiertamente misóginos, el papel de la mujer en el ámbito enano suele quedar en un plano doméstico y secundario. En cualquier caso, sobre todo en referencia a los clanes de enanos del Este, todos estos aspectos merecerían muchas matizaciones.
Desde el punto de vista histórico, los enanos tuvieron una fase hegemónica al final de la Edades Míticas y casi se puede decir que son los responsables de hacer entrar al mundo en la historia. Su Rabarnaka es de los primeros testimonios escritos y en su propia etimología representa muy bien el legado enano: Piedra Escrita. Sin embargo la impronta cultural legada por los enanos es insignificante si hemos de compararla con la élfica. Poco de su cultura trasciende a las nuevas etapas históricas después de su periodo de dominación. Sólo algunos clanes de bárbaros del Ycter-Nevada, humanos, tienen lazos culturales heredados de patrones enanos. Especialmente se vinculan a través de residuos lingüísticos derivado de la adaptación y evolución del viejo Galeno y otros idiomas enanos ya en desuso.

nota: ilustraciones pertenecientes a varios autores y a universos Warhammer, D&D Kings of the Realms. Su función es meramente ambiental y orientativa.